sábado, 2 de febrero de 2013

El futuro


No hay forma de creer en este futuro;
mucho menos conociendo su pasado.
No hay delito ni culpable, cuando el azar
define con malicia cada instante.

No hay mañana en los espejos.
No hay adiós cuando se miente tan despacio.
La fe, en estos tiempos, es lo mismo
que la nada habitando sucios vasos.

No hay bienvenidas ni años nuevos;
todo el tiempo por incierto
huele a viejo, apesta a humedad
que se esconde en nuestros reflejos.

No hay nada en que creer, simplemente,
todo es incierto; incierto el viento
que se cuelga de tu cuello,
incierto el cuello que se cuelga en un espejo.

Edwin Casillas