miércoles, 19 de junio de 2013

Revolución y niños que patean pelotas

Se escuchan pasos de individuos; se suman, multiplican, dividen y vuelven a unir. Son  multitudes enardecidas. En los Pinos el gobierno tiembla. Los medios de comunicación ya no saben convencer. Se acabó, el pueblo no soporta más. La tierra tiembla, el cielo teme y en la atmósfera se respira sangre. El pueblo no puede más; marchan, gritan, destrozan, y todo a un solo grito:

¡Afuera el Chepo!
Así es, estamos viendo un pueblo en general desunido. Gente que critica a los venezolanos por levantar la mano, por no permitir lo que no quieren. Personas que poseen ídolos corruptos, al mejor estilo americano, norteamericano, porque evidentemente, como mexicanos, no debemos compararnos con los chicos del sur. Malditos pobretones del tercer mundo, eso dice López Doriga cada noche; palabra de dios. Gloria a ti lindísimo televisor. El sur no existe, es imposible que venga un equipo selvático, de un país exótico llamado Brasil y nos derrote. Imposible, somos el desarrollo en carne viva. ¿Cómo es posible que el Chicharito no salve a la patria? No nos preocupemos más, es momento de la revuelta violenta. Es momento de cambiar el rumbo de nuestra nación. Chepo, vete a la mierda.
Y se irá, y volveremos a tener nuestra tan amaba paz. Los chicos correrán pateando bonitas pelotas, emulando a sus ídolos, claro, algunos millones de pesos menos por patada como única diferencia. El cielo se volverá más claro y la democracia funcional. El Chepo de irá y México no podrá ser derrotado jamás. Tráiganos más Maximilianos, cleros angelicales, narcos, etc. Nada importa, todo será bienestar nacional. Vete ya, maldito Chepo.

Se escuchan los tambores y la sangre ante su inminente derramamiento sobre nuestras aceras, late despacio. Estamos en pie de lucha. Estamos listos para morir y matar.


Edwin Casillas