lunes, 13 de julio de 2015

De domingo

Justo pensaba en Hemingway
cuando tocaste a la puerta.

¿Qué habría hecho él un domingo por la tarde?

Cazar antílopes en África seguido por el sol.
Pilotear un aeroplano, accidentarse en él;
sobrevivir de carne de león, que por cierto,
asesinó con sus manos.

Podría haberse embriagado en  la finca El Vigia.
Beber todo el ron de la Habana;
enamorar a todas las cubanas;
escribir “El Viejo y El Mar” durante la resaca.

Justo pensaba en Hemingway
cuando tocaste a la puerta.

Es por eso que te arranqué el vestido, sin más.


Por: Edwin Casillas.