sábado, 14 de abril de 2012

Adiós España (Diario VIII)


Mi último día en España y el clima me dio buena cara. Un calorcito simpático me acompañó por las calles de Sevilla. A la luz de un sol brillante me hice el tour por un sitio emblemático para los que nos gusta la Fiesta Brava: La Plaza de la Maestranza, en Sevilla. Tanta historia detrás del arte de matar. Es curioso, pero los anti-taurinos sólo alegan que debe detenerse el dolor del toro, nunca hay argumentos culturales. Eso ya da mucho pie a hablar de ellos, entonces sólo quieren detener el sufrimiento del animal, y no su sufrimiento sino lo que se refleja en ellos mismos: el sufrimiento propio. Por tanto ¿no sería más sencillo para detener tanto dolor simplemente dormir a los anti-taurinos como a perro del antirrábico? Bueno la plaza es la onda, cientos de años de historia cimentados en ella. Se encuentra a unos metros del río Guadalquivir, y es por las orillas del río donde continúo mi camino a los sitios representativos de la ciudad. Una catedral adornada hasta los dientes, muestras de que los árabes estuvieron acá cientos de años dominando a los gachupines, eso reflejado en la arquitectura.
La gente es más relajada que en Madrid y es más un pueblito soleado a las orillas del Guadalquivir que una ciudad importante de España. Así parece Sevilla. Igual es hora de despedirse de España en general, adiós a los bares de tapas, las cañitas, el buen gusto de beber un poquitín a cada rato, comida de gran sabor. Adiós a la P. Madre Patria, con su andar tan europeo. Pues a seguir el viaje, sigue Portugal. Entre tanto, adiós a España.

Edwin Casillas Domínguez


No hay comentarios:

Publicar un comentario