Ni dignidad ni respeto;
ni perdón ni olvido.
Sólo ceniceros vacíos,
cuerpos mirando
al infinito.
ni perdón ni olvido.
Sólo ceniceros vacíos,
cuerpos mirando
al infinito.
En el sur no existe
eso,
la dignidad se ha ido.
Las palabras son hola y,
adiós. Eco silencioso.
la dignidad se ha ido.
Las palabras son hola y,
adiós. Eco silencioso.
Un brindis por tu huida.
Una lagrima perdida,
indiferente,
buscando la salida.
Una lagrima perdida,
indiferente,
buscando la salida.
Ni perdón ni olvido;
ni perfume ajeno
ni aliento propio:
me escondo decidido.
ni perfume ajeno
ni aliento propio:
me escondo decidido.
Ni orgullo ni buen juicio;
ni ser de nuevo el peor
de tus vicios: ni tú ni yo.
ni ser de nuevo el peor
de tus vicios: ni tú ni yo.
Edwin Casillas
Poema publicado en el número de Abril de www.manifiestonegro.net
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