Instalado aun en la monárquica España. A estos jóvenes dios
les dejo a una familia para mantener, nosotros en cambio podemos mantener
nuevas familias cada seis años, que lindo. Pues ahora en Sevilla, la España
sureña. El clima un tanto más cálido,
acá el sol se toma más en serio su trabajo. La arquitectura de la ciudad tiene
mucho de lo que dejaron los árabes; porque los que si tomaron en serio las
clases de historia recordaran que los hijos de Alá le tundieron duro a los
gachupines un montón de tiempo. Y un día llegó el cid campeador y bla bla. Los cuentos
de hadas existen en todos lados. Total, la ciudad es cálida a fuerza de
solecito y que tiene un mayor parecido a lo latinoamericano, y no es
propiamente buena cosa; las calles más sucias que Madrid. Tiene un look menos turístico
que mis destinos anteriores, pero eso sí, tiene buena cara. Parece que la vida
es más relajada, tranquilita y dada al disfrute de los placeres que da esta
tierra.
Algo que merece todas las palabras del planeta para su
descripción son las sombrererías. 105 euros en sombreros me lo demostraron. Pero
bueno, merecía un par de sombreros nuevos, por cierto, ninguno español. Otra cosa
importante de apreciar es que, a orillas del río Guadalquivir se puede ver a la
juventud española poniéndose idiota con chela. Espectáculo público digno de los
peores barrios de mi ciudad. Así es como las orillas del tranquilo río se
llenan de bolsas y botellas. La España primermundista tiene mucho ligue con
nosotros, en lo malo. Igual la civilidad en otros aspectos es digna de
aplaudirse. Es agradable que al cruzar una calle el coche siempre se detenga
ante el peatón. Y como siempre, lo mejor de acá es la comida. Carajo que bien
se come, y no tan caro. Un país donde hasta en Mcdonalds puedes tomar chela, es
un buen país. Eso sí, se toma la chela o el vino por el gusto de darse un relax
en el día, de disfrutar un momento, no de terminar vomitando sangre en las
aceras. Cosas que deberemos implementar en GDL.
Bueno, hoy tengo atarantada la pluma, pero ya en el próximo diario
sevillano hablaré de lo taurino de la ciudad. Mientras tanto cabe aclarar que
este diario vale por dos días. Buenas noches y, salud.
Edwin Casillas
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